El heredero de Caerlaverock by Nessa McDubh

El heredero de Caerlaverock by Nessa McDubh

autor:Nessa McDubh [McDubh, Nessa]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Histórico, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2022-05-07T00:00:00+00:00


Capítulo 12

Abigail tenía, desde hacía rato, una mano sobre sus labios y la otra en el corazón. Sus ojos se habían inundado en lágrimas con el relato de su padre y no era capaz de articular palabra alguna. James la tenía cogida entre sus brazos y acariciaba su cuello de forma suave, transmitiéndole calor. Aliena había entrelazado sus dedos con los de Ian, que parecía haberse convertido en piedra con el relato.

Pero el que estaba más ido de los tres hermanos era Robbie. Tenía la mirada perdida en algún punto del suelo, con los puños apretados. Que su padre dijese que él era el vivo retrato de su hermano, Adien Ferguson, lo conmocionó. Siempre fue consciente de tener una oscuridad peligrosa en su interior, pero el saber que a su tío lo asolaba el mismo mal hizo que todo su mundo diese un giro de ciento ochenta grados.

Un giro demasiado rápido y vertiginoso. Se preguntaba si acabaría convirtiéndose en alguien tan ruin como él. Miró a Vicky de soslayo y no pudo evitar sentir miedo por ella y su hijo. ¿Qué ocurriría si su oscuridad se apoderaba por completo de él? ¿Podría hacerles daño de alguna forma? No podía siquiera pensar en ello.

Cerró los ojos, suspiró con fuerza y salió del salón como una exhalación. Todos se miraron pasmados por su reacción, sin saber cómo reaccionar. El primero en romper el silencio fue Gideon, quien empezaba a lamentarse de haber desvelado aquel oscuro secreto.

—No debería haber contado nada —pronunció cabizbajo.

—No diga eso, padre —se apresuró a decir Ian. Se liberó del agarre de su mujer y se acercó a su padre, posando una mano con delicadeza sobre su hombro—. Robbie tendrá que entender el motivo de haber mantenido este secreto durante tanto tiempo y…

—El problema es que tu hermano tiene una oscuridad en su interior que ha visto reflejada en su tío, el causante de tanto sufrimiento en vuestra madre —intervino Vicky sin pensarlo.

Ian clavó su mirada en ella, intrigado por sus palabras.

—Es cierto, Ian. Tú no estuviste aquí y no pudiste ver en lo que casi se convierte Robbie —afirmó Abigail.

—Hijo, cuando tú desapareciste y se te dio por muerto, tu hermano sufrió mucho. Tanto que se alejó de todos nosotros. Hizo cosas por las que un hombre no se sentiría jamás orgulloso y esa losa le pesa desde entonces. Durante un tiempo, se convirtió en el vivo reflejo de mi hermano y eso me pesaba demasiado —comentó Gideon con pesar.

—Pero salió de esa oscuridad, si no, no estaríamos aquí todos juntos —dijo Ian.

—Es cierto, pero nos costó mucho traerlo de vuelta. Vicky y yo nos vimos arrastradas por toda la ciudad, buscándolo sin descanso para encontrarlo en pésimas circunstancias. Papá también se recorría las calles de Edimburgo y hubo de sacarlo de lúgubres tabernas y burdeles en infinitas ocasiones —explicó Abigail.

—Dios mío, cuánto sufrimiento le he causado a mi familia —se lamentó Ian tras escuchar a su hermana—. Debo enmendar mis errores. Iré a hablar con él y…

—Permíteme que vaya yo, por favor —intervino Vicky.



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